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La formación laboral de los estudiantes de la carrera de Derecho; retos y perspectivas (página 2)



Partes: 1, 2

 

Objetivo.

Pretendemos entonces realizar un análisis desde el punto de vista social
sobre la incidencia de un diseño
ineficiente de los componentes laboral
investigativo y académico y la poca integración entre ellos en la carrera de
Derecho en la Universidad de
Pinar del Río en condiciones de
semipresencialidad.

¿Por qué es un problema social de
la ciencia
?

Actualmente los estudiantes en la modalidad
semipresencial de la carrera de Derecho están en
desventaja con los estudiantes del curso diurno, debido a la
inexistencia de una integración de los componentes
laboral, investigativo y académicos; incidiendo en una
preparación laboral desfavorable para el futuro
profesional, lo que conllevaría a innumerables efectos y
repercusiones sociales en los ámbitos donde se
desempeñarán estos estudiantes y futuros
juristas.

Generalidades y tendencias de la formación
laboral.

La integración de los componentes laboral,
investigativo y académico permite a los estudiantes estar
en contacto directo con la práctica social o problemas
concretos vinculados a su profesión, permitiendo al futuro
jurista basar su aprendizaje sobre
la base de problemas profesionales de las Ciencias
jurídicas; para lo cual es menester conocer a fondo el
Proceso
Docente Educativo y sus vínculos con el currículo.

La integración teoría
– práctica; estudio – trabajo
contribuye a que los estudiantes desde el primer año de su
carrera estén vinculados a problemas profesionales lo que
conlleva además de un mayor aprendizaje, un compromiso
social mucho mayor con su proceso formativo.

"… la integración docente – laboral
– investigativa no es solo un concepto
integrador o un sistema de
coordinación, sino que es también
una necesidad estratégica que va dirigida a lograr la
participación de todos los factores intra y
extrasectoriales, en los cambios cualitativos necesarios en
la
educación y práctica de las ciencias
jurídicas." (1)

La carrera de Derecho en la modalidad semipresencial no
contribuye didácticamente a la integración
articulada de los componentes laboral – investigativo y
académico, existiendo dificultades con su
integración, dinámica curricular y potencialidades para
solucionar problemas reales de la profesión.

Es por ello que la preparación de los estudiantes
debe estar dirigida desde los primeros años de la carrera
a la formación de un pensamiento
crítico, reflexivo, integral, creador, independiente,
encaminado a darle solución a los problemas que la
comunidad y la
sociedad
demanden; para ello la formación básica y
específica de la profesión debe ser profunda y
sólida, vinculando siempre la teoría con la
práctica.

El futuro jurista debe apropiarse de conocimientos,
habilidades, valores,
métodos de
trabajo, los cuales debe ir adquiriendo a lo largo de la carrera
con vistas a su preparación para el ejercicio de la
profesión.

Al respecto Lenin expone algunas de sus ideas acerca del
divorcio entre
la teoría y la práctica "… es el más
repugnante rasgo de la sociedad burguesa; el comunismo no se
aprende solo en los libros sino en
el trabajo, en
la lucha, en contacto con los obreros y los campesinos, que la
educación
no puede estar encerrada en la escuela y
separada de la agitada vida… que cada día la
juventud
cumpla una tarea de trabajo colectivo, por minúsculo y
simple que sea". (2)

La combinación estudio – trabajo se ha
convertido en Principio Rector del Sistema de Educación
Cubano, la Educación Superior no queda exenta de ello,
vinculando además la investigación como herramienta esencial; al
respecto Fidel nos plantea:

"… es que el concepto de Universidad tiene que
ampliarse y tiene que ser algo más que ese sitio donde se
reúnen, unos a enseñar y otros a aprender. Es que
el concepto de Universidad tiene que entrañar la
investigación, pero no la investigación que se hace
solamente en el aula o en el laboratorio,
sino la investigación que hay que realizar a lo largo y
ancho de la isla, la investigación que hay que hay que
realizar en la calle. Además la práctica, el
trabajo, como parte de la formación (…) Porque,
(…), ha de ser el trabajo, el gran pedagogo de la
juventud". (3)

La carrera de Derecho desde su surgimiento en Cuba ha
transitado por varios planes de estudio, desde la
formación eclesiástica, hasta la formación
classista, a partir de 1976 que se crea el Ministerio de Educación
Superior Cubano, comienza un plan de estudio
con pretensiones científicas y pedagógicas, llamado
plan A, hoy está en vigencia al plan C perfeccionada con
vista a comenzar el plan D con nuevas reformas; dentro de las
cuales se pretende que exista una mayor vinculación entre
la teoría y la práctica, o sea entre los
componentes laboral investigativo y académico.

La carrera de Derecho al igual que todas las del
país posee un conjunto de tendencias:

  • Papel rector de los objetivos.
  • Sistematización.
  • Incremento de las habilidades practico –
    profesionales.
  • Perfil amplio.

Diferenciándose su grado de desarrollo
según sea la carrera (Según Horrutinier Silva;
_____).

En el papel rector de los objetivos; estos
constituyen el modelo
pedagógico del encargo social, son la expresión de
demanda de la
sociedad.

La relación problema – objeto –
objetivo constituyen el sostén del diseño
curricular o plan de estudio de la carrera.

El contenido de las asignaturas que componen las
disciplinas y estas a su vez el plan de la carrera, está
dado por los problemas profesionales que deben resolver los
estudiantes al egresar.

A través del Proceso Docente Educativo, el
conjunto de problemas que los estudiantes conocen y resuelvan van
siendo sistematizados según las características
comunes que lo ordenan y estructuran.

Las invariantes, leyes, conceptos,
elementos comunes y repetitivos se van convirtiendo en el objeto
de actuación. El contenido si es modelado correctamente
tiene un marcado carácter objetivo. Este
modelo tiene además que ser lo suficientemente flexible y
amplio como para que le permita una actuación eficiente y
válida en un lapso relativamente amplio de tiempo
posterior a su graduación aun en las condiciones
cambiantes y dinámicas de la revolución
científico – técnica contemporánea o
de los cambios económicos y sociales que se produzcan.
(Según López González; 2005).

Partiendo de los problemas que se dan en la sociedad
tenemos el objeto de trabajo, el cual debe trascender y
proyectarse en el tiempo.

El objetivo es una generalización de las tareas,
se expresa en las habilidades, las cuales son generalizadoras,
globalizadotas y esenciales.

Mediante la solución de problemas, el estudiante
aprende a resolverlos, adquiere el
conocimiento y domina la habilidad. En cada tarea el
estudiante va aprendiendo, cada tarea a resolver puede ser un
problema real de la profesión, donde cambian las
condiciones y se convierten en varias tareas que contribuyen en
su conjunto a lograr el objetivo.

Si ignoramos el problema como categoría
pedagógica se hace escolástico el proceso, pero si
ignoramos el objetivo se hace anárquico, superficial e
ineficiente: es por ello que partiendo de la vida real, de la
sociedad, se establecen los objetivos en la escuela y de
aquí los problemas docentes.

De aquí entonces se deriva el modelo del
profesional que no es más que la finalidad del profesional
que se está formando y las habilidades y destrezas que
deben adquirir a lo largo de la carrera para su desempeño y modos de
actuación.

El modelo del profesional por tanto, es el conjunto de
rasgos, valores, aptitudes y capacidades que se aspira a
formar.

La sistematización implica la
integración de los componentes del plan de
estudio:

  • Componente académico.
  • Componente laboral.
  • Componente investigativo.

Siendo el académico y el laboral los componentes
organizativos, mientras que el investigativo está presente
en los anteriores, es el modo fundamental de enfrentarse a
problemas y resolverlos.

Para una mayor integración de ellos en necesario
modificar el currículo, disminuir las horas de conferencia y
aumentar el de actividades prácticas,
incrementándose el componente investigativo, esto sin
disminuir la calidad del
proceso y de las clases. En esta situación las horas
destinadas a estudio independiente serán mayores, ya que
la enseñanza será sobre las invariantes
del conocimiento y
los estudiantes tendrán que adaptarlas en cada caso a la
situación particular que se le presenta.

Este enfoque sistémico requiere una mayor
preparación de los profesores tanto metodológica
como en la ciencia que
imparte y asegura la formación de habilidades en los
estudiantes; por supuesto es necesario variar las formas de
enseñanza y los métodos utilizados para no correr
el riesgo de
disminuir el nivel de enseñanza, lo que conllevaría
problemas
sociales innumerables a mediano y largo plazo.

El perfil amplio requiere que los estudiantes se
apropien de una formación básica profunda, que les
permita resolver los problemas más frecuentes de su
profesión, al apropiarse el estudiante del método de
la ciencia se favorece el desarrollo de capacidades
cognoscitivas, de la lógica
del pensamiento, sobre la base de un sistema de leyes y principios
propios de las ciencias jurídicas; donde no solo
será capaz de reproducir procesos, sino
de recrearlos, proponer cambios, brindar nuevas propuestas en
correspondencia con el grado de complejidad del problema y el
año que curse.

También es necesario que dominen las asignaturas
del objeto de la profesión, que son las que le permiten
desarrollar toda su creatividad en
la solución de los problemas jurídicos,
independientemente de aprender a dominar la tecnología de la
profesión, apoyado en un conjunto de ciencias.

Tanto en las asignaturas básicas como en las
específicas o del ejercicio de la profesión debe
estar presente la dialéctica, como método rector
donde la ciencia y la producción se irán haciendo cada vez
más complejo en la medida que se avance en la
carrera.

Formación laboral desde el puesto de trabajo;
perspectivas sociales.

Realizando un análisis en la carrera de Derecho
en la modalidad semipresencial, nos damos cuenta de la
inexistencia de una disciplina que
integre los tres componentes y garantice la formación
académica, laboral e investigativa de los estudiantes; lo
que incide negativamente en su preparación integral;
limitando el conocimiento práctico que debe poseer para el
ejercicio de su profesión y desempeño de sus
responsabilidades futuras.

Además los estudiantes que matriculan esta
carrera en condiciones de semipresencalidad, provienen de
medios,
vías y fuentes de
ingreso diversas, el grupo de
edades que abarca es bastante amplio, así como las
condiciones de vida, el nivel socio – económico
– afectivo; en su mayoría trabajan pero no
están vinculados a las ciencias
jurídicas.

Estos estudiantes por tanto están influenciados
por el ambiente,
la familia, la
comunidad, la sociedad, el entorno laboral y su personalidad.
El grado y variedad de motivaciones es diverso y todo ello debe
tenerse en cuenta en el diseño de un componente laboral
– investigativo y académico que abarque todo lo que
sea posible la diversidad y complejidad de los estudiantes en
esta modalidad de estudio.

Para el diseño de los componentes laboral –
investigativo y académico en necesario tener en cuenta
además algunas competencias
claves a formar en los estudiantes a lo largo de la carrera para
que puedan enfrentarse a la vida laboral de una manera más
competente

Entre las competencias claves que debemos desarrollar en
los estudiantes encontramos:

  • La disposición de resolución de
    problemas.
  • La eficiencia en
    la
    organización del trabajo.
  • La responsabilidad en el trabajo.
  • La coherencia en el trabajo de equipo.
  • La autonomía e
    interrelación.
  • La posibilidad de garantizar efectivas relaciones
    interpersonales.
  • La generación de iniciativas.
  • La innovación y creatividad.
  • La toma de
    decisiones oportunas y acertadas.
  • La flexibilidad y apertura al cambio.
  • La buena comunicación y empatía con los
    que lo rodean.
  • La sencillez en la actuación.
  • La preparación
    científica.

Teniendo en cuenta la mirada martiana de la
educación, esta es abarcadora y amplia, múltiple y
totalizadora, a su modo de ver no escapa ningún
ángulo del problema, ni el económico, ni el
científico, ni el social, ni el humano, ni el
político. Es por ello que debemos preparar a nuestros
profesionales para que logren responder a su tiempo, como su
tiempo lo necesita.

La enseñaza y el diseño de los componentes
laboral – investigativo y académico deben basarse
además en los pilares del conocimiento: aprender a
aprender, es decir, adquirir los instrumentos de la
comprensión; aprender a hacer, para poder influir
sobre el propio entorno, aprender a vivir juntos, para
participar y cooperar en actividades humanas, aprender a
ser, proceso que recoge los anteriores. (4)

El alumno aprende teniendo en cuenta el crecimiento
integral de la
personalidad, el conocimiento de la ciencia, de la sociedad,
de la naturaleza y
el del propio hombre y su
forma de pensar; muy vinculado con el contexto en el que
vive.

En este sentido construye su propio conocimiento y
analiza desde otra perspectiva los problemas sociales en los que
convive o puedan presentarse. Los estudiantes se apropian de los
conocimientos de forma integral e individual sin desligar su
personalidad y sin olvidar además sus necesidades,
intereses, motivaciones, sentimientos y aspiraciones; cuestiones
estas que influyen directamente en el grado de apropiación
de los conocimientos y por tanto en su preparación y
puesta en práctica.

Aprender a pensar, implica que el estudiante se apropie
de la lógica del pensamiento, lo que equivaldrá a
poder enfrentarse a cualquiera de los problemas presentes en su
campo de acción.
El poder es la expresión sintetizada del saber hacer que
le da un sentido lógico al proceder del sujeto, que es el
para qué. La sistematización del hacer en la
subjetividad humana permite conformar su pensamiento.

Para el desarrollo del pensamiento es necesario ser
capaz de aprender lo particular interiorizando y sumido en lo
general y viceversa; y así poder contextualizar lo que
hace y piensa.

Las habilidades profesionales deben interrelacionarse
con otras, desarrollándose en una compleja red en la cual se asimilan
conocimientos y posteriormente se ponen en práctica,
vinculándose además con el componente afectivo del
proceso.

Para el diseño de este componente es necesario
además de basarse en las ciencias jurídicas, tener
en cuenta la sociología, la pedagogía, la psicología; lo cual
permitirá un mayor acercamiento a la realidad objetiva en
esta modalidad de estudio. Además de manifestar la
interdisciplinariedad, reflejo de la sociedad y de
la realidad cambiante, compleja, dialéctica,
multifacético y objetiva en el currículo como
integración de sus componentes. No se debe olvidad que el
currículo está influenciado por las ideas y
tendencias sociales, filosóficas, políticas
y pedagógicas con miras a lograra un objetivo; la
formación del hombre.

Entendemos entonces por formación: El proceso
cuya función es
la de dar respuesta a la necesidad de la preparación del
hombre y que tiene como objetivo a la educación, es decir,
a la formación del hombre en todos los aspectos de su
personalidad. Así como es también el proceso
mediante el cual la sociedad prepara a los hombres de dicha
sociedad en aras de satisfacer las necesidades que el mismo
desarrollo
social genera. (5)

El término Competencia Laboral está
muy difundido y se ve desde tantas aristas como especialidades y
puntos de vista posean sus investigadores, por
ejemplo:

La aptitud de un individuo para
desempeñar una misma función productiva en
diferentes contextos y con base en los requerimientos de calidad
esperados por el sector productivo. Esta aptitud se logra con la
adquisición y desarrollo de conocimientos, habilidades y
capacidades que son expresados en el saber, el hacer y el saber
hacer. (6)

…Un conjunto de habilidades, actitudes y
aptitudes requeridas para lograr un determinado resultado en un
ambiente de trabajo. (7)

Una competencia es un
conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades
cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que
permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una
función, una actividad o una tarea. (8)

Conjunto estructural complejo e integrado de atributos
necesarios para la actuación inteligente en situaciones
específicas. (9)

La competencia es esencialmente un tipo de conocimiento
ligado a ciertas realizaciones o desempeños, que van
más allá de la memorización, la rutina. Se
trata de un conocimiento derivado de un aprendizaje
significativo. (10)

Las cualidades resultantes de una formación
laboral articulada implican una preparación mucho
más realista y concreta por parte de los educadores y de
los educandos, teniendo en cuenta las demandas actuales de la
sociedad, que requiere sujetos con un pensamiento flexible,
creativo, imaginativo, propositivo, con espíritu de
crítica, abierto al cambio y que sea capaz
de tomar decisiones y enfrentarse y solucionar dificultades que
se puedan presentar.

Toda sociedad como planteara Álvarez de Zayas, C;
aspira a formar un tipo de hombre que reúna las mejores
cualidades que dicha sociedad históricamente ha ido
concibiendo. (5)

La formación de actitudes parte del propio
conocimiento, motivo de estudio, en el que se selecciona el
contenido que será objeto de la actitud a
formar, el cual tiene que reunir características
afectivas, motivacionales y deberán ser delimitadas las
conductas correspondientes y significativas de dicha actitud, las
cuales vivenciaran los alumnos en determinadas situaciones de
aprendizajes. Estos aspectos se ven integralmente relacionados en
el proceso docente, apuntando el conocimiento hacia las
habilidades, actitudes y cualidades más trascendentes a
formar en la personalidad del hombre inmerso en una cierta
sociedad.

Partiendo de lo que plantea Álvarez de Zayas, R.
M; cada uno de estos elementos tiene sus particularidades
distintivas: los conocimientos son dependientes de las ciencias y
las fuentes de saberes; las habilidades son procedimientos
que implican ejercitación para ser dominadas; y las
actitudes tienen una alta carga de afectividad.

El estudiante ejercitará habilidades y
formará actitudes, por lo que podemos decir que en
el aprendizaje
de los nuevos conocimientos y habilidades incide la
situación afectiva que forma la actitud del educando,
dicho de otro modo, si estas habilidades no se ejercitan, no se
asimilaran los conocimientos y no se formaran las actitudes,
porque la formación profesional, se ve desde distintos
enfoques, educativo, instructivo y desarrollador y el contenido
está dirigido a la preparación del educando de
manera integral, no puede verse de manera aislada.

En la medida que reiteremos las acciones vamos
conformando la habilidad, la sistematización de varias
habilidades relacionadas entre si o que responden a un fin
común para la solución de problemas complejos, que
además sean dominadas dichas habilidades en la
práctica, desarrollan en el sujeto capacidades que le
permiten desempeñarse en su profesión y en su vida
con calidad, lo que lo hace competente.

Cuando el sujeto domina la habilidad, el hábito,
la operación, la tarea, la acción, puede
desempeñarse en la actividad social con eficiencia y por
tanto, con competencia.

Álvarez de Zayas, C. 2003; plantea que la
habilidad y la capacidad son interdependientes
dialécticamente. Mediante la solución de problemas
y, sobre la base de un determinado método, el estudiante
va conformando la habilidad, y para ello se apoya en las
facultades que ya posee, como resultado de las capacidades
previamente desarrolladas; a la vez, las capacidades se van
conformando o modificando mediante la formación de las
habilidades. La capacidad expresa en mayor medida la
potencialidad para la ejecución de las tareas; la
competencia, a los resultados alcanzados.

Estas capacidades van desarrollándose en cada
sujeto según las condiciones internas que posea, al igual
que las competencias van formándose a lo largo de la
sistematización del aprendizaje en la escuela y fuera de
ella, y posibilitan el enfrentamiento a problemas cada vez
más complejos, reales, objetivos y cercanos a la
realidad.

Para la formación de dichas habilidades,
capacidades y actitudes debidamente sistematizadas los
estudiantes van ejecutando tareas reiteradas, pero en nuevas
situaciones, dirigido ello específicamente a su
desarrollo.

Para estar preparado se requiere, por tanto estar
instruido, haber desarrollado potencialidades individuales,
habilidades, capacidades y competencias; lográndose
mediante la práctica o actividad productiva, la que
fomentará y pondrá en juego la
personalidad de cada sujeto.

Integración del componente laboral –
investigativo y académico como pilar en la
formación laboral.

La relación Universidad – sociedad
también influye en la formación laboral de los
estudiantes de Derecho en la modalidad semipresencial,
concretándose sus regularidades en los modos de
actuación universitaria para satisfacer necesidades
sociales, siendo capaces de transformar la propia
sociedad.

La relación Universidad – Sociedad debe
verse en cada comunidad donde exista un estudiante de la Carrera,
en cada sitio donde esté un egresado; para ello es
menester la preparación de ellos en el dominio de
habilidades profesionales que le permitan un desempeño
profesional eficiente el cual se alcanzará a través
de la relación problema social – proceso
formativo.

Estos problemas sociales son canalizados en la
Universidad a través de sus procesos:

  • Proceso formativo (Docente; componente
    académico).
  • Proceso creativo (Investigativo; componente
    investigativo; cobra vida a través de la
    práctica, o sea del componente laboral).

Los estudiantes están influenciados por la
sociedad en la que se desenvuelven, su movilidad, aspiraciones,
motivaciones, intereses, entorno, tanto socio – afectivo,
como económico, laboral, familiar, contextual.

El estudiante debe aprender durante la carrera a
resolver problemas profesionales existentes en la sociedad, de
este modo al graduarse resuelve los problemas existentes en su
profesión con creatividad, eficacia,
eficiencia y originalidad, porque se formó
resolviéndolos; queda evidenciado entonces el principio
estudio – trabajo manifestándose una arista de la
relación Universidad – Sociedad.

Los problemas laborales o profesionales a los que se
enfrentarán los estudiantes tienen en el método de
la ciencia su forma fundamental de solución. En la medida
en que lo académico o proceso docente se acerque
más a lo laboral e investigativo o proceso extradocente el
método de trabajo y habilidades adquiridas se va
transfiriendo de la vida a la práctica docente.

Es evidente que en la preparación de los
estudiantes de Derecho en la modalidad semipresencial se ponen en
juego no solo la formación como futuros juristas, sino la
formación de valores, de convicciones, de habilidades, de
actitudes; lo que tiene repercusiones no solo institucionales
sino también sociales, al desempeñarse como
profesionales en la sociedad con la instrucción y
educación adquirida en la Universidad, poniendo en juego
toda la personalidad, vinculada con la vida y con la sociedad en
la que se vive, en la que se trabaja, en la que se
comparte.

La enseñanza y el aprendizaje en la
formación laboral de los futuros juristas deben ir juntas,
a la par, considerándose actividades de
investigación, de innovación, asegurando el
desarrollo profesional del profesor y la
formación de los estudiantes; donde ambos se enriquecen,
aprenden y se forman en la práctica, en la actividad, en
la
comunicación.

Educar requiere amor,
comprensión, entrega, desinterés, sentimientos,
participación y conciencia del
papel que se posee para la formación del hombre en la
construcción de la nueva
sociedad.

El proceso de formación profesional, como
planteara López González en el 2005, tendrá
como problema la necesidad social de que los hombres que dirigen
la sociedad tengan un alto nivel. Su objetivo será la
formación y superación de los hombres y su objeto
los procesos educativos y docente educativo. Su contenido
será la cultura
acumulada. El método fundamental será el
instructivo – educativo, como método
didáctico y lógico a través de la cual se
forman los profesionales.

La formación depende en gran medida del
diseño del currículo, es por ello que en la
sociedad se sistematizan determinadas necesidades sociales que
justifican la existencia de la profesión, con determinadas
cualidades, habilidades, actitudes, hábitos,
capacidades.

El objeto del profesional, con sus campos y esferas de
actuación, conjuntamente con el objeto de trabajo y modos
de actuación son intrínsicos al proceso de
formación, manifestándose articuladamente en el
contenido de las asignaturas.

Las asignaturas especificas o del ejercicio de la
profesión generalmente comienzan después de haber
terminado las básicas, en el tercer año de la
carrera y contienen las esferas de actuación profesional,
identificándose con el objeto de la profesión y la
labor que realizará al graduarse.

En estas asignaturas el estudiante aprende los aspectos
científicos y tecnológicos de la profesión,
desarrollándolas inmerso en las relaciones sociales,
administrativas, humanas inherentes a la
profesión.

En las asignaturas básico –
específicas están presentes los campos de
acción, en ellas se instruye a los estudiantes en los
fundamentos científicos y tecnológicos de un
aspecto esencial de la profesión.

El modo de actuación profesional consiste en la
solución de los problemas que se presentan en su objeto de
trabajo con un carácter creativo e innovador, o sea el
profesional cada día aplica una
tecnología.

La fusión de
estas asignaturas constituyen el plan de estudio y estas a su vez
responden a un objetivo central formar a los futuros juristas
como hombres y mujeres de bien, comprometidos con su tiempo y la
profesión elegida.

Un plan de estudio articulado, sistémico,
flexible, con sus dimensiones instructiva, educativa y
desarrolladora estructuradas sobre la base del ejercicio de la
profesión y los componentes laboral, investigativo y
académicos diseñados y aplicados correctamente dan
origen a profesionales preparados para enfrentar la vida
laboral.

En el Componente académico se debe
garantizar paralelamente una formación teórica
sólida y la actuación independiente de los
estudiantes, actitud crítica, creadora hasta llegar a una
transformación renovadora a través de la
práctica investigativa.

En el Componente investigativo se debe garantizar
el desarrollo de habilidades investigativas y cualidades
personales relacionadas con esta actividad, apropiándose
además de métodos e instrumentos de
investigación.

En el Componente laboral los estudiantes se
encontraran ante la necesidad de resolver problemas profesionales
desde la práctica. Encontrándose ante un banco de
problemas frecuentes a investigar, donde podrían
perfeccionar y aplicar conocimientos y solucionar problemas
jurídicos desde la vida cotidiana.

No se debe desligar el aspecto motivacional y afectivo
para que el estudiante se sienta responsable con su aprendizaje y
desarrollo, sufriendo cada una de las emociones
ocurridas en el camino hacia el objetivo, dejando una huella en
su personalidad.

La inexistencia de un componente académico
– investigativo y laboral en la carrera de Derecho en la
modalidad semipresencial trae como consecuencias entre
otras:

  • Insuficientes relaciones con el contexto social y
    laboral del jurista.
  • Formación teórica, que incide en las
    deficiencias en el proceso formativo para la vida
    laboral.
  • Insuficientes investigaciones
    sobre el contexto social y laboral y sus vínculos con
    los estudiantes de Derecho.
  • Enseñanza reproductiva y pocas
    prácticas laborales vinculadas con la
    profesión.
  • Graduados con escasa preparación para
    enfrentarse a la vida laboral.
  • Deficiencias en el ejercicio de la profesión
    por no dominar métodos y habilidades propias del
    jurista.
  • Entre otras.

Agravándose estas consecuencias por el hecho de
que los estudiantes están en la modalidad semipresencial,
(con menos tiempo destinado por el profesor para su
formación, así como para las prácticas
laborales), se encuentran trabajando y en gran parte de los casos
en actividades distanciadas de la actividad
jurídica.

El futuro jurista debe nutrirse del legado de las
generaciones precedentes, de afectividad, habilidades, destrezas
inherentes a su profesión para lograr solucionar creativa
y concientemente los problemas más frecuentes de la
profesión.

La formación profesional debe dirigirse a
preparar a los estudiantes para la investigación, el
desarrollo, la aplicación y la transferencia de
tecnologías adaptadas al contexto lo que implica una
formación que responda a la magnitud de los cambios y
transformaciones y permita un rápido y eficiente accionar
con criterio propio.

La actividad jurídica debido a la complejidad de
algunas de sus actividades frecuentes va camino a la
colectividad, al trabajo en equipo
y para ello se hace necesario preparar a los estudiantes en la
interdisciplinariedad, donde cada sujeto socializa sus
conocimientos, busca en niveles superiores la efectividad
sociales la toma de decisiones para ofrecer la respuesta
más efectiva a cada situación, en una
aplicación cada vez más consciente y rigurosa de
los métodos científicos en la solución de
problemas; es importante por tanto que los futuros juristas se
apropien del método de la ciencia que los conducirá
en el trabajo colectivo, donde cada uno se involucra en el
trabajo preventivo desde sus potencialidades como sujetos capaces
de trasmitir conocimientos, experiencias y valores a los
demás; enriqueciendo la teoría jurídica y
siguiendo la ética y
cualidades morales propias de los juristas.

En este sentido la investigación y la
práctica laboral constituyen una forma de enseñanza
y de aprendizaje, mostrando en la práctica a los
estudiantes la lógica de la ciencia mediante el
cuestionamiento, la crítica constructiva, la
reflexión, la observación; generando la búsqueda
de nuevas soluciones,
referentes teóricos y prácticos para la
superación de los resultados actuales en cada
situación que sería además, de aprendizaje,
a partir de la duda o dudas creadas.

La formación a partir de la práctica
conduce al enriquecimiento continuo, la superación
constante, al cúmulo de conocimientos, experiencias. Cada
problema resuelto genera nuevas dudas, nuevos problemas a
resolver que de alguna manera rechaza los métodos y
técnicas ya conocidos y por tanto estimulan
y retan la creatividad, la búsqueda de soluciones,
comprobación de nuevas hipótesis que permitan refutar y enriquecer
los conocimientos, perfeccionándolos,
actualizándolos y adquiriendo experiencias sobre la
práctica social y laboral.

Esto va generando además nuevas estrategias de
búsqueda, procesamiento, actualización y
trasmisión de información a través de la
comunicación, necesidades primordiales del futuro jurista
para asimilar el objeto de la profesión.

Pretendemos que Aprendan haciendo para que
dirijan su propio aprendizaje, aprendan a desarrollar habilidades
profesionales asociadas al cumplimiento de las tareas y funciones
profesionales del jurista; que Aprendan a investigar para
que sean capaces de utilizar la lógica de la
investigación y los métodos científicos de
forma sistemática para alcanzar metas cada vez más
altas en la labor diaria.

Se trata entonces de desarrollar en ellos la necesidad
de preparación constante, de superación, de
creatividad, donde el estudiante pueda interpretar la realidad
social de una manera más acertada, aprovechando mejor las
experiencias y conocimientos adquiridos en la práctica de
todos los implicados de alguna manera en la solución de
los problemas profesionales, Para ello se debe partir de lo
simple a lo complejo y de ahí a la práctica, del
fenómeno a la esencia, de lo causal a lo necesario para
lograr un análisis crítico y reflexivo que conlleve
a la mejor solución.

Los campos de acción o labores de base del futuro
jurista se precisan sobre el ejercicio de la abogacía y de
la actuación fiscal y
jurisdiccional así como la asesoría
jurídica; (constituyen el que y el como de la
profesión); las esferas de actuación o lugares
donde se desempeñarán serán los Bufetes
colectivos, la Consultoría jurídica, los
Tribunales, la Fiscalía, la Asesoría
jurídica y el Ministerio de Justicia;
(constituyen el donde de la profesión).

Los estudiantes dentro del perfil del profesional deben
dominar un grupo de habilidades:

  • Comunicación verbal y escrita.
  • Litigar.
  • Interpretar.
  • Discutir.
  • Analizar.

Con ello se apropiarán de los modos de
actuación más generales que le posibilitarán
solucionar problemas jurídicos existentes y prepararse
para la aparición y solución de nuevos
problemas.

El componente académico brinda los conocimientos
y habilidades que son básicos para apropiarse de los modos
de actuación de la profesión; el laboral las
habilidades propias del ejercicio de la profesión; y el
investigativo las técnicas o métodos de la
investigación científica. Este último en
tanto que modo de actuación profesional puede asociarse
con lo laboral, pero por su importancia en el currículo se
le da una personalidad propia. (Según López
González. 2005).

Por tanto la formación laboral y
preparación del futuro jurista debe basarse en la
fusión de lo académico, lo laboral e investigativo,
deben aprender haciendo para que aplique y enriquezca lo que
sabe, de este modo se va formando al profesional comprometido con
su tiempo y con su profesión.

Conclusiones.

  1. Es una necesidad que a los estudiantes de Derecho en
    la modalidad semipresencial se les enseñe desde el
    inicio de su formación a aprender a aprender, aprender a
    trabajar, aprender a investigar y aprender a trabajar en
    equipo; pero dimensionado por la relación entre los
    componentes académico – laboral e
    investigativo.
  2. En necesario desarrollar y aplicar en la
    formación del futuro jurista una concepción
    sistémica que englobe el componente laboral
    investigativo y académico para lograr un profesional
    crítico, reflexivo, independiente, creativo y
    comprometido en la solución de los problemas
    profesionales.
  3. Es menester considerar la preparación
    teórica, práctica e investigativa una exigencia
    indispensable para lograr formar un jurista capacitado para
    enfrentar la vida laboral de una manera eficiente, eficaz y
    competente.

Referencias
bibliográficas.

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    diseño curricular del componente laboral investigativo
    en la carrera de Derecho curso para trabajadores. Tesis
    presentada en opción al título acadñemico
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  2. Lenin, V. I. Cuadernos filosóficos. Obras
    completas. Editora política. La
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    pronunciado en la inauguración de la ciudad
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    cobre
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Bibliografía.

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  12. Lenin, V. I. Cuadernos filosóficos. Obras
    completas. Editora política. La Habana.
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    en la carrera de Derecho curso para trabajadores. Tesis
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    Río. 2005.
  14. Mertens L. La Gestión por Competencia Laboral
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    la Cultura (OEI). 2000.
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    Plan de estudio de la carrera de Derecho. Cuba.
    2006.
  16. Moran, Edgar. Los cuatro saberes de la
    educación. (Versión digital). CECES.
  17. Nuñez Jover. J. La ciencia y la
    Tecnología como procesos sociales. Lo que la
    educación científica no debería olvidar.
    Editorial Felix Varela. La Habana. 2002.
  18. Torrado Pacheco, M. C. El desarrollo de las
    competencias: una propuesta para la educación
    colombiana. Universidad Nacional de Colombia. Memorias del
    Taller sobre Evaluación de Competencias
    Básicas.

 

 

 

Autor:

Ing. Máryuri García González

Partes: 1, 2
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